El domingo 28 de enero en el centro cultural de San Bernardo, el Dúo Cantoras, después de varios meses volvieron a reencontrarse y a deleitar al público con sus hermosas canciones, acompañadas por Verónica Severino en teclado, Federico Galletti en Guitarra e integrantes del Ballet Municipal que dirige Osvaldo Uez. Para el publico fue un reencuentro con un espectáculo de jerarquía, escuchar nuevamente sus voces e interpretaciones acompañadas por la danza, fue un deleite para quienes las conocen y también para los turistas que se acercaron a disfrutar de su canto.
Natalia Simoncini: “Cantar es mi lugar en el mundo”
¿Cuánto hace que están trabajando juntas?
Desde julio de 2015.
Natalia ¿Ud. volvió a su lugar de residencia?
Volví al conurbano, al partido de Tigre, donde vivía antes de venir a La Costa, trabajo allá, siempre con el tópico de la violencia, con la música, en lo que podría denominarse musicoterapia, porque la música interviene desde ese lugar, con profesionales y demás, algo semejante que hacía acá en La Costa. Mi partida desde La Costa hacia allá implicó que pudiera reencontrarme con la solista que fui toda la vida, antes de encontrarme con Mariana. Eso que tiene, como decíamos antes, la música, uno va y viene y La Costa no está tan lejana a lo que es la Capital o el Conurbano y a veces nos cuesta, nos ha costado volver juntarnos en este tiempo, porque mi ida implicó mi tiempo para volver a adaptarme. Pero acá estamos, paso a paso haciendo otra vez este reencuentro.
Allá ¿volvió a reencontrarse con Jaime Torres?
Nunca dejé de trabajar con Jaime, de hecho hicimos algunas intervenciones. Lo que he retomado es el encuentro con los músicos que me acompañan hace mucho tiempo y hacemos presentaciones en Buenos Aires, pero sobretodo estamos terminando el disco que tiene el aporte de gente muy valiosa, los arreglos lo está haciendo Gustavo ”Popi” Spatocco con piano, en cuerdas, porque esto va a salir, si Dios quiere entre mayo y junio, porque lleva un proceso largo y además de costos. Parte de esos temas los voy a presentar el 23 de febrero en Viña del Mar de este año. Participo en la competencia folclórica con el seclanteño y alba llaleq que en la lengua tobacco significa “somos hijos de la tierra”, eso con los arreglos de orquesta.
Más allá que Ud. siempre se dedica al canto ¿tiene programado alguna presentación en el interior del país?
Este es un tiempo bastante difícil y para el espectáculo bastante más. De hecho hay más posibilidades lo que es fuera del país, lo digo con cierta alegría pero también con tristeza, poque muchos artistas populares como nosotras se pierden algunos espacios y están tan politizado algunos lugares y algunos festivales que por ahí uno queda como a los márgenes de los escenarios. Una de las cosas que nos ha pasado siempre es que uno tozudamente va buscando los caminos por dónde seguir haciendo y seguir existiendo. Una de las cosas que me ha sucedido es vincularme muy bien con la gente del área de cultura de Cancillería, y se me han abierto puertas para trabajar en Méjico, siempre con las comunidades indígenas, que es una experiencia hermosa y el 4 de marzo me voy a Méjico hasta el 20. Hago ciudad de Méjico, por el internacional de la mujer a través del consulado argentino y me voy para Chiapas.
Pero siempre siguiendo con el cancionero popular…
Sí, me he priorizado en ser feliz y cantar, es mi lugar en el mundo, más allá de todo el contexto de la vida, ese es mi lugar.
¿Es compositora además de cantora?
Sí.
Hoy en el Centro Cultural San Bernardo, la han acompañado, además de Mariana Pedroco y el Ballet de La Costa, dos músicos ¿podría nombrarlos?
Verónica Severino y Federico Galletti.
¿Alguna idea de cuándo la volveremos a ver por La Costa?
Tenemos idea con Osvaldo en hacer algo lindo para el invierno.
Le desamos suerte en Viña del Mar, en Méjico y con el lanzamiento del disco ¿Qué se llama?
“Punto de partida”
¿Algo para agregar Natalia?
Decir que lo que pienso está puesto desde el arte, es lo que veo y lo que transito en mi vida cotidiana. Creo que estamos muy nubladas las personas y me parece que hay que desnublarse un poco.
