Cuando llega la primavera es inevitable hablar de alergia, afectando por igual a adultos y niños. Aunque en rigor la “alergia primaveral” no existe como tal, lo cierto es que en esta estación se agudizan algunos cuadros alérgicos respiratorios. Ello se debe, en gran medida, a que esta época del año trae consigo la polinización de pastos, malezas y árboles, los que conforman los alérgenos o sustancias causantes de los trastornos alérgicos más comunes a partir de septiembre.
La alergia es una reacción exagerada de nuestro organismo a una sustancia que reconoce como dañina y que se llama alérgeno. Los alérgenos suelen ser proteínas. Muchas sustancias pueden provocar una reacción alérgica pero las más frecuentes son: los alimentos, fármacos e inhalantes como el polen, el pelo o caspa de animales y los ácaros del polvo.
La alergia tiene un fuerte componente hereditario y es normal que los niños alérgicos tengan familiares con enfermedades alérgicas: asma, rinitis, atopia o alergia a alimentos.
La rinitis es la alergia más frecuente y se calcula que afecta a unos 8 millones de argentinos.
A primera vista podemos pensar que la alergia es una enfermedad banal y sin importancia pero esto no es cierto, ya que dificulta la calidad de vida del que la padece. Por esto es muy importante realizar un estudio alergológico precoz si hay síntomas, para poner el tratamiento más adecuado.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de la alergia se realiza cuando existe una sospecha por parte del Pediatra. Las pruebas las realiza el alergólogo infantil y consisten en unos test cutáneos (prick test), una analítica de sangre y, en algunos casos, una prueba de provocación con el alérgeno causante de los síntomas.
PRINCIPALES ALÉRGENOS
El principal agente causal de las alergias en primavera es el polen de algunas plantas. En segunda posición estarían los ácaros del polvo, que aunque están presentes todo el año, encuentran, en la primavera, unas condiciones de temperatura y humedad excelentes para crecer.
Aproximadamente un 20% de las personas están sensibilizadas a algún tipo de polen.
Los árboles y las plantas que causan problemas alérgicos durante la primavera son: gramíneas, ciprés, platanero, olivo y artemisa.
Los inviernos muy lluviosos provocan floraciones muy intensas en primavera, por lo que los niveles de polen son muy altos en la atmósfera y causan mayor incidencia de alergias en primavera.
SÍNTOMAS
Los síntomas más frecuentes en los niños o adultos alérgicos al polen y a los ácaros son los respiratorios:
– Picor nasal y/o de los ojos
– Ojos rojos y lagrimeo constante
– Mucosidad líquida (agüilla) nasal
– Estornudos
– Congestión nasal sin otros síntomas de catarro
– Asma, dificultad respiratoria
Los niños alérgicos al polen presentarán los síntomas de manera estacional, es decir, solo durante unas semanas al año que coincidirán con la época de floración de la planta a la que son alérgicos. Es resto del año, si no tienen ninguna otra alergia, estarán sin molestias.
Los niños con alergia a los ácaros tendrán síntomas durante todo el año y pueden emporar un poco más en primavera.