El neurocirujano Facundo Manes es una de las eminencias de la neurociencia del país. Oriundo de Salto Pcia. de Bs As. viene haciendo declaraciones desde hace varios años en los medios de comunicación acerca de la importancia que tiene el desarrollo de la Ciencia y Tecnología, vinculada especialmente a la producción. Él sostiene que esto es lo que le permite a un país, desarrollarse y crecer, sin embargo ningún presidente nunca lo convocó, con el objetivo de poder trabajar sobre el tema e implementarlo. Si bien sostiene que el gobierno anterior (él no es “K”) fue el que más invirtió un 0,6 % del PBI en Ciencia, sin embargo sostiene que no es suficiente, hay que destinar mucho mas del presupuesto, hasta un 3% si fuera posible.
FACUNDO MANES:
Hablamos de vincular la ciencia y la tecnología con la producción, una tarea que en la Argentina hay mucho para hacer, invertir mucho más y estratégicamente en la ciencia y vincularla al sector productivo y eso podría generar un crecimiento sostenido en nuestro país, crear más valor agregado, empleo de calidad, más riqueza y posibilidad de distribuir la riqueza en un país que es tan desigual.
Esto lo hablo con cualquiera que esté con ganas de ser candidato a presidente, soy neurólogo y sé que la realidad está ahí, pero nosotros no vemos la realidad. Nuestro cerebro filtra la realidad con nuestras creencias, nuestros prejuicios, y cuando algo contradice nuestras creencias, nuestros prejuicios o posiciones, lo que hace es ignorar esa evidencia y buscar personas que coincidan con nuestra opinión, así somos los seres humanos. No nos importa tanto la verdad, sino pertenecer a una tribu y sobrevivir y trato de decirle a la sociedad argentina que ésta grieta nos está matando, nos hace más brutos, nos está empobreciendo y que si bien hay grietas en otros países, como ocurrre en EE.UU., Inglaterra, España, allá nadie discute la ley, todo el mundo invierte en educación, en ciencia y tecnología, vinculada a la producción y mi idea es hablar con todo el mundo y tratar de decirle a los políticos déjense de campañas y coyunturas y manos a la obra.
Creo que Argentina, nunca invirtió en su 209 años de historia en ciencia para que ésta impacte en el PBI. El sistema científico argentino, que es un orgullo, fue creado por Bernardo Houssay, y debeo ser honesto ( auqnue no soy “K”) en la última década del gobierno kirchnerista, hubo una inversión de 0.6 del PBI. En los países desarrollados por la ciencia y la tecnología invierten entre 3 y 4% del PBI. Ahora hubo un retroceso en la inversión y una desjerarquización de la ciencia. La verdad es que tenemos todos los argentinos que luchar para que la Argentina, no sólo invierta mucho más en ciencia, como prometió el presidente Macri, que prometió de pasar de 0.6 a 1.5, pero no se cumplió, porque hay que invertir estratégicamente y es muy importante vincular la ciencia con el sector productivo, porque hoy la economía mundial está vinculada al conocimiento, no está basada en los recursos naturales.
Argentina no es un país con tantos recursos naturales como pensamos, estamos en el número 40 y pico de recursos naturales, Australia por ejemplo, tiene 4 veces más recursos naturales per cápita que nosotros, o sea, que nosotros tenemos que tener una economía basada en la ciencia y la tecnología.
Vuelvo a mi rol de médico y digo, los pacientes que tienen una evolución más tórpida, es decir, si viene un paciente con un problema, uno lo quiere ayudar pero si éste no reconoce su condición, tiene una mala evolución. Los que reconocen su situación, tienen un panorama mucho mejor en el futuro.
Argentina para mí es un país, un paciente que no reconoce sus síntomas, porque los argentinos pensamos que somos un país rico y la verdad es que no producimos lo suficiente como para darle bienestar a nuestra sociedad, hoy está al 50% la capacidad productiva argentina, pero aunque lleguemos al 100%, porque estuvimos al 100% hace unos años, se sabe que también había pobreza y mal nutrición. Nosotros tenemos que , no sólo llegar al máximo de la capacidad productiva, sino tenemos que hacer algo que nunca hicimos, probamos de todo, gobiernos liberales, más estatistas, lo que nunca probamos fue una política de Estado que vincule la ciencia y la tecnología con la inversión del sector productivo, eso podría hacer de Argentina un país de innovación permanente y según los economistas con los que hablo, Miguel Peirano, Martín Redrado, dicen que eso podría hacer que la Argentina crezca un 4%, para ser honesto, yo pensé que este gobierno (Cambiemos) lo iba a hacer, pero no sólo no lo hizo sino que desjerarquizó a la ciencia.
No soy analista político, lo que sí sé, que recorro la Argentina hace años pidiendo a la sociedad que exija esto, la sociedad tiene que marcarle la cancha a la dirigencia política, que se dejen de la rosca, de la coyuntura y que se pongan a trabajar en lo que verdaderamente importa.
Hoy Argentina tiene una economía del 60% de exportación de materias primas y no podemos vivir así. Para hacer este vínculo de ciencia y tecnología propia, no importada, con la producción, tenemos que alimentar a la gente, nutrirla, dale salud y educación.
No estamos discutiendo sobre esto, yo siento que la dirigencia política está discutiendo su destino personal, pero no cómo hacer esto. Si no invertimos en serio estratégicamente en ciencia y tecnología y no vinculamos con instituciones que hoy no existen con la producción, no existen porque hay que crearlas, vamos a tener una sábana cada vez más corta, porque los productos a medida que pasa el tiempo tienen menos valor y nosotros no podemos ser una economía primaria.
Si no tenemos y construimos un sueño colectivo, ningún político, para mí, va a lograr este desafío del que esstoy hablando.
Lo digo como neurólogo otra vez, los seres humanos necesitamos tener un sueño y esperanza. Y pregunto ¿cuál es el sueño argentino? ¿bajar la inflación? ¿la tasa de interés? Desde que soy chico veo que en la Argentina se discute cómo bajar la inflación, el dólar, el riesgo país.
Gobernar es priorizar y los presupuestos son un contrato moral, en la Argentina yo priorizaría el hambre y en lo que nos puede aumentar la riqueza, que es ciencia y tecnología con la producción.
Fernando Stefani, un investigador del CONICET, muy inteligente y muy estudioso de estos temas, hizo un cálculo, que con el 1% de lo que se pidió de deuda, se podría haber hecho un plan de conocimiento, que podría haber sido un horizonte de crecimiento de enorme importancia. Ahí sí existe la ideología, tenemos que invertir en la gente, en salud, en nutrirlos, en educación.
Cursé mi estudios en el exterior, EE.UU., Inglaterra, y aprendí un poco de los países que planifican, más allá de las diferencias que son lógicas, que tienen una política de Estado que los hace más ricos, que básicamente es invertir en la gente, en educación y salud y en la ciencia y tecnología.
Por eso cuando asumió este gobierno, yo veía con interés el radicalismo en esta coalición, pensé que el radicalismo iba a ser más protagónico en discutir cómo resolver la pobreza en serio, no con marketing, sino en cómo alimentar la mal nutrición que existe desde hace años en la Argentina, cómo invertir en ciencia y tecnología, pero eso lamentablemente no pasó. Con lo que hay que preguntarse el rol del radicalismo hoy. El radicalismo del cual yo me enamoré en el ´83, no existe ahora.