¿A quién se le debe pedir que se haga justicia ante un acto delictivo o de violencia? El pueblo de una u otra manera, pocos o muchos, salen a las calles a pedir “justicia”. Suele pasar que ésta tarda tantos años en llegar, que las causas, prescriben, salvo, las consideradas delitos de lesa humanidad.
¿De qué depende que se haga justicia a tiempo? O ¿De quién o quienes depende? ¿Tal vez llega tarde porque la justicia es una señora de ojos vendados que no habla porque simplemente es una estatua que representa a la justicia? O la Justicia es una entelequia y por eso se debería pedirles a que quienes imparten justicia, que lo hagan……
Entonces ¿A quienes les deberíamos pedir que se haga justicia ? En lo personal considero que se le debe pedir a los jueces, los fiscales, a los integrantes de las cámaras de casación, a los jueces del consejo de la magistratura , a los que ocupan el cargo del Ministerio Público, al juez/za de la procuraduría de la nación, etc. etc. es decir hay que pedirles con nombres y apellidos a aquellos de los que dependemos que se haga justicia, a los hombres y mujeres de carne y hueso, que tiene el “poder” de impartir la justicia”; pero para que esto ocurra deberían ejercer esos cargos mujeres y hombres probos y además deberían ser elegidos por el pueblo democraticamente, en fin llegar a esta instancia, es un cambio cultural muy grande que el pueblo debería llevar adelante.
Obviamente al “Poder Real” o sea el económico que domina el mundo, esto no le conviene, dado que el pueblo debería estudiar para saber elegir, entender de que se trata la Justicia y que es el Poder Judicial, los aspirantes a ocupar esos cargos, deberían presentarse mediante concursos y el pueblo conocer su currriculum y trayectoria en la vida pública.
Estoy hablando como una ciudadana común, que apenas entiende el abc de la Justicia y del Poder Judicial, porque no estudié abogacía, simplemente lo hago como investigadora de Folklore Ciencia y como periodista no especializada en el tema, pero con la convicción que el sentido común me indica.
Considero que vale la pena recordar que significa la palabra Justicia, en primer lugar es un nombre femenino y su definición dice: Principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde. La justicia es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse una sociedad y el Estado, estos valores son el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
La justicia, en sentido formal, es el conjunto de normas codificadas aplicadas por jueces sobre las cuales el Estado imparte justicia cuando éstas son violadas, suprimiendo la acción o inacción que generó la afectación del bien común.
La palabra justicia proviene del latín iustitia que significa “justo”, y deriva del vocablo ius.
¿Qué es el Poder Judicial?
El poder judicial es la facultad estatal que permite la administración de justicia a través de la aplicación de las leyes. De este modo, el Estado resuelve litigios, protege los derechos de los ciudadanos y hace cumplir las obligaciones y responsabilidades inherentes a cada parte de la sociedad.
La Constitución Nacional establece que:
El poder judicial de la nación es ejercido por la Corte Suprema de Justicia y por los demás tribunales inferiores que el Congreso establezca en el territorio nacional (art. 108). En ningún caso puede el Presidente ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas (art. 109).
Hasta la adopción de las reformas, los jueces eran nombrados por el Poder Ejecutivo Nacional con acuerdo del Senado. De conformidad con el nuevo texto constitucional y la ley 24.937, la designación se efectúa con base en la propuesta en terna vinculante del Consejo de la Magistratura (art. 114).
La remoción de un juez o fiscal es decidida por un jurado de enjuiciamiento integrado por legisladores, magistrados y abogados de la matrícula (art. 115), por causales de mal desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones o por crímenes comunes.
¿Qué es el Ministerio Público?
Los órganos del sistema de administración de justicia se completan con el Ministerio Público. Este organismo, presente en la legislación nacional desde los comienzos de la organización institucional (1853-60), fue incorporado en la Constitución Nacional en 1994. La reforma del texto constitucional que tuvo lugar en aquel año incluyó al Ministerio Público entre las autoridades de la Nación –junto a los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial– como un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía financiera (art. 120). Esto es muy importante, porque tanto el Poder Judicial como el legislativos, no son autárquicos, sino que dependen del presupuesto que tiene el Poder ejecutivo sea el presidente, el cual no es un detalle menor.
¿Quiénes son los encargados de impartir justicia? ¿Cómo es la elección de “jueces constitucionales” en las democracias actuales?
En las últimas décadas, la mayoría de las democracias constitucionales modernas ha experimentado una creciente judicialización de sus principales conflictos políticos. Sin embargo, estos cambios radicales en el rol de los jueces, la doctrina jurídica tradicional continúa afirmando que el estudio del proceso de toma de decisiones judiciales está exclusivamente relacionado con el análisis del derecho positivo, alimentada por el mito de que los jueces son “un cuerpo uniforme de técnicos jurídicos impermeables, que están por encima y más allá de los conflictos políticos” y de que en el ejercicio de su función jurisdiccional “los jueces son la boca de la ley”. En este contexto, y teniendo en cuenta el debate abierto recientemente como consecuencia del conjunto de reformas que han tenido eje en la denominada “democratización de la justicia”, el artículo propone abrir un debate (…) organizado por la Asociación de Docentes y el Departamento de Derecho Público II de la Facultad de Derecho de la UBA, el 26 de agosto de 2013, titulada “Disonancias en torno al rol judicial”, que fianlemnte no prosperó.
En este sentido, se argumenta que la selección y nombramiento de los “jueces constitucionales” en una democracia exige el reconocimiento del rol político que cumplen los jueces cuando ejercen el control de constitucionalidad y de los múltiples factores que, en la práctica, influyen en el proceso de toma de decisiones judiciales; por lo que la tan pregonada “independencia del poder judicial” no se va a lograr desideologizando y/o despotizando el proceso de selección de magistrados sino al contrario, explicitando y transparentando las posiciones políticas, y aceptando el pluralismo ideológico que debe existir en todos los poderes del Estado. Palabras clave: Derecho Constitucional, Proceso de Decisión Judicial, Reforma Judicial, Mecanismos de Selección y Designación de Magistrados, Consejo de la Magistratura.
Todos sabemos que el Estado cuenta con tres poderes básicos: el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial. A través de estas facultades, que se ejercen mediante diversas instituciones, el Estado puede desarrollar, modificar y aplicar leyes, además de ejecutar políticas públicas.
Bajo un sistema democrático, el Poder Judicial funciona de manera autónoma respecto al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo, de forma tal que se garantice la imparcialidad en sus fallos.
El Poder Judicial, de este modo, puede proteger al ciudadano de eventuales abusos cometidos por el Poder Ejecutivo o el Poder Legislativo.
Si el presidente de un país (máximo líder del Poder Ejecutivo) comete un abuso de poder y viola los derechos de los ciudadanos, el Poder Judicial puede salvaguardar los intereses de las personas mediante diversos recursos. En cambio, si quien actúa mal es un funcionario del Poder Judicial, el Poder Legislativo tiene la facultad de someterlo a un juicio político.
De acuerdo con la teoría clásica de Charles Louis Secondat, pensador político conocido popularmente con el nombre de Montesquieu y autor de uno de los legados más influyentes de la Ilustración, gracias a dividir los poderes los ciudadanos tienen garantizada su libertad. Lamentablemente, esto no ocurre siempre.
Por eso creo que hay que cambiar el paradigma: Pidamos justicia a los hombres y mujeres que son parte del poder Judicial con nombre y apellido.
Antonieta Chiniellato 20-9-19