Se encuentra ubicada en un lugar excepcional, frene al mar en av. Costanera de Santa Teresita, fue el primer edificio destinado a alojar turistas allá por 1949, cuando solo había médanos y plumerillos, ya que la localidad fue fundada en 1946.
Don Ángel De Martino, junto a dos socios Horacio Fiocco y Ricardo Campana, fueron los primeros compradores de la Hostería Santa Teresita que había construido la empresa contratada por de Don Lázaro Freidenberg. Luego Campana se retira y le vende su parte a De Martino, quien continuó la titánica tarea de dar alojamiento en sus inicialmente 18 habitaciones junto a Fiocco, a los intrépidos turistas que se animaban a llegar a estas playas luego de un largo viaje porque la ruta desde Dolores (130 km) hasta La Costa, no estaba asfaltada. Entrevistamos a a uno de los nietos de Don Ángel: Marcelo y un bisnieto Bruno De Martino. Esta es la historia:
Marcelo De Martino
La Hostería se empezó a construir en el año ´45. Cuando se funda Santa Teresita la Hostería ya estaba en construcción y no se llamaba Hostería Santa Teresita, no tenía nombre, era una casa que albergaba gente. Incluso tengo una foto en la Hostería que está en los pasillos, que está la Hostería en construcción, la foto tomada desde la playa, hay un cartel muy grande que dice, próximamente Ciudad Balnearia Santa Teresita.
Mi abuelo vino en el ´48 a estos pagos, él trabajaba en la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, era Martillero Público Nacional y ahí lo conoció a don Lázaro Freidenberg .
Aclaremos para quienes no lo sepan, que don Lázaro fue el fundador de Santa Teresita. Mi abuelo lo conoce en Buenos Aires, cuando don Lázaro tenía este proyecto, para formar una ciudad balnearia donde era solamente médanos.
A partir de ahí le propone el proyecto a mi abuelo, porque lo que necesitaba don Lázaro Freidenberg era tener gente que le vendiera terrenos, y como mi abuelo estaba en la parte de Catastro y era Martillero, don Lázaro ni corto ni perezoso le ofrece el negocio a mi abuelo y él deja de trabajar en la Municipalidad y se vino a Santa Teresita. Esto fue aproximadamente en el año ´48, la Hostería se funda en ese año en mayo del ´48.
El encargado de la primera gestión de la Hostería fue el señor Rogelio Lagomarsino, designado por don Lázaro Freidenberg. La construcción la hizo una empresa que se llamaba Río de La Plata S.A. , la mayoría de las cosas que hay, inclusive los vidrios, que todavía están en la entrada, porque hemos hecho modificaciones pero no se ha tocado nada de todo eso, fueron traídos de Francia porque acá no había ventanales de esa dimensión, como esa hay miles de anécdotas.
En el año ´55 cuando ya se habían vendido los lotes, don Lázaro le ofrece la compra de la Hostería a mi abuelo, porque supuestamente el negocio de él ya había terminado, es decir, la venta de lotes.
Mi abuelo analizando la situación y la propuesta le pregunta ¿cómo le voy a pagar? Porque no salía dos pesos y don Lázaro le dice, asóciese con alguien para poder llevar la compra adelante, de hecho ahí se asocia con dos vendedores más, de lotes que había, que paraban en la Hostería porque no había otro lugar donde dormir, uno es Horacio Fiocco y el otro Ricardo Campana.
Después Campana se va y le ofrece a mi abuelo comprar la parte y de ahí queda conformada la sociedad hasta el día de hoy 66% la parte de De Martino, que somos nosotros y 33% la parte de Fiocco, porque en principio era un 33% cada uno.
Sigue la misma sociedad porque Ariel Fiocco (hijo de Horacio y Ailen) esta con nosotros. Ese es un breve resumen de la historia de la Hostería Santa Teresita.
Cuando comenzó tenía 17 habitaciones y hoy tiene 60, tenía un salón comedor que era solamente para los turistas, hoy tiene un salón comedor para más de 200 personas, que está abierto de Costanera a calle 2, son 70 metros de salón, es el Restaurant Amadeus.
Está declarada como Patrimonio Histórico Municipal, por eso no podemos ni queremos tocar la fachada. Una de las condiciones, por así decirlo que se puso en la Ordenanza cuando salió declarando Patrimonio Histórico Municipal era que la fachada de la Hostería no se podía tocar.
Mi abuelo, modestia aparte, fue un tipo muy inteligente, con mucha visión, cuando tenía que cobrar el sueldo, aparte de la comisión por vender los lotes, la mitad del sueldo a don Lázaro se lo pedía en efectivo, la otra mitad en tierras. Entonces, como él tenía casa, comida, todo, prácticamente no necesitaba plata, el 50% que cobraba en efectivo lo mandaba a Buenos Aires para que mi abuela con sus tres hijos que eran chiquitos, incluido mi papá, pudieran comer: Nicolás alias “Don Tito”, Ángel mas conocido como “ Lito” y Nilda. Mi abuelo fue comprando alrededor de lo que era la Hostería, lotes donde con el correr del tiempo se fue ampliando la Hostería, después se vendieron terrenos para la parte edilicia.