Alfredo “Fredy” Botto: “Cliente que viene a casa Botto se tiene que ir con el problema solucionado”

Es dueño de una de  las casas pioneras de repuestos de automóviles . En la Actualidad, trabaja su comercio  junto a su hijo Juanchi Botto con una sucursal que abrieron en San Clemente sobre la Av, Talas, pero “Fredy”- para los amigos – es algo mas que vendedor de repuestos de automóviles. Como dice él,  toda su vida  su pasión, fueron “los fierros” las carreras de TC, ser parte de Bomberos Voluntarios de Santa Teresita y fundador del Atumotoclub junto a Simon Enea. Esta es su historia.

 

¿Uno de los primeros?

Anterior a mí estaba Campoy padre y Musach. Cuando  me fui para casarme, se incendia la casa Musach, la negra Gambetta que trabajaba ahí, se casaba y también se iba a Buenos Aires, y le conseguí trabajo ahí.

Un día en el negocio de mi papá en  Haedo,  viene una mujer y le pregunta ¿vos no sos Cinita Cuccini? Sí, me casé y mi marido puso un taller, en Haedo, y mi mamá le comenta: “, que no se entere Fredy porque se va seguro”.

Yo tenía 9 años en ese entonces, pero los fierros a mi me apasionaron toda la vida. Empecé a ir a ese taller, y como quien dice allí aprendí el oficio, ya de grande, en un lugar donde trabajaba me mandaron a IKA Renault de Córdoba a especializarme y estaba  como aprendiz, tenía 14 años, y entré medio acomodado junto con el hermano del capataz.  Cobrábamos como aprendiz pero hacíamos el trabajo de un oficial. Y nos dicen Uds. son dos tontos, cobran 15 y los oficiales 100 y hacen el mismo trabajo y nos da la dirección para ir, al Instituto Americano de Motores. Empezamos a estudiar en el Instituto a la noche y a los 6 meses y nos dan un certificado de que estábamos estudiando y la clase de alumnos que éramos, y el Instituto nos hace una nota de lo que hacíamos y que estábamos adelantados.

Nos salen dos puestos en Córdoba, nos dan casa, comida, y los domingos para pasear. Ahí nos dieron un vehículo desarmado, lo tuvimos que armar con las herramientas especiales que tenían ellos que nosotros no la sabíamos usar y como era una escuela de capacitación de fábrica, un profesor nos enseñó. Dimos el examen y nos dieron el título de medio oficial, a los ocho meses pedimos para la categoría de oficial. De nuevo a Córdoba, y hacíamos todo lo que era mecánica, y obtuvimos el otro título.

Por eso es que Ud. sabe tanto y asesora a los clientes…

Yo siempre digo que el que viene acá se tiene que ir con el problema solucionado.

Actualmente el que tiene una casa de repuestos no hace cursos…

No generalmente, los más jóvenes aprenden de los padres, yo digo siempre que mi ciclo ya está cumplido.

¿Cómo empezó Ud. entonces acá?

Yo puse un taller mecánico con Julio Nanini en la 4 entre 31 y 32, al lado del hotel Munich, ahí empezamos con un local chiquito que nos alquiló Pancho Pino que era un mocoso y trabajaba con Leonardo Freidenberg.

¿Y luego?

En el año ´72 compré en el lugar donde estoy, en 32 entre 6 y 7. Por intermedio de Leonardo hablo con el gerente del Banco Nación, que recién había venido, en 32 entre 3 y 4, donde actualmente está la Secretaría de la Producción. El gerente vino a mi taller a verme, que vaya, para abrir una cuenta que había créditos para pequeños artesanos y compré una máquina para rectificar campanas, volantes de motor, embragues, discos de freno, etc. En esa época estaba con mi hermano Daniel, entonces freno y embrague lo hacíamos con él en sociedad, yo hacía la mecánica pero a su vez él era empleado mío.

Pero todavía no habían abierto el local…

No, el local de repuestos lo abrí en el ´85. Igual yo vine con repuestos de Buenos Aires. Cuatro repuesteros de Buenos Aires, me dieron uno parte de electricidad, otro de embrague otro de motor, así tenía repuestos en mi propio taller y otros mecánicos me venían a tirar la bronca porque yo trabajaba más barato la mano de obra y los repuestos.

Conclusión Ud. no se inició como hoy vemos con la casa de repuestos acá en Santa Teresita y la otra que la tiene su hijo Juanchi Botto, en San Clemente, sino con un taller mecánico y sabe mucho por su preparación anterior…

Sí, el taller se llamaba Los Tuercas, hoy en día algunos todavía me dicen el tuerca, otros me dicen el loco, otros Fredy, otros Botto. Cuando me puse a rectificar campanas, el negocio se llamaba El Emporio del Freno y el Embrague, con mi hermano le pusimos Botto Hnos, después con mi hijo le pusimos Siglo XXI y ahora Casa Botto.

¿Cómo se compone la familia?

Mi esposa Leonor Fernández y tuvimos dos hijos Juanchi y María Eugenia que está viviendo en Buenos Aires, y después tengo otros dos hijos adoptivos que son Bomberos Voluntarios de Santa Teresita y el Automoto Club Santa Teresita, fui bombero en su época, cuando armamos el cuerpo, con Mario Cabo, Julio Nanini, y de la vieja Comisión quedamos 3 solos Julio Nanini, Nazareno Risso y yo. El Automoto Club no está más porque no se corrieron más carreras en ruta, en el Triángulo del Tuyú, donde todo el pueblo colaboróporque veintidós visionarios con Simón Enea a la cabeza asfaltamos 6 kilómetros con 152 metros, para que se pudiera correr TC, que generalmente era en febrero. Las primeras carreras fueron en Santa Teresita en el Triángulo del Tuyú, organizadas por el Automoto Club Santa Teresita. Luego por el tema de los accidentes, el primero fue en Necochea, con víctimas fatales, no se permitieron hacer en este tipo de circuitos.

Luego se armó el otro grupo en la zona sur…

Sí, nosotros lo íbamos a hacer, pero por suerte no lo hicimos, porque la ACTC maneja estas carreras y la hacen donde quieren y donde está la plata, hace dos años que en La Costa no se hacen.

En las 16 carreras que hubo en Santa Teresita, firmé contrato con varios compañeros, en el año ´88 cuando se reinició el TC en ruta, después del accidente que comenté antes en Necochea, tuvimos que poner el título de propiedad de nuestras casas, para que se haga la carrera en Santa Teresita.

¿Fue la última?

No, luego se armó una Comisión nueva, donde lo echaron a Simón Enea como un perro, y de los viejos quedamos Del Riego, yo y no recuerdo al tercero. Y estar sentado al lado de esa gente de la ACTC se aprenden cosas que no van con nosotros, con nuestra forma de ser.

¿Su hijo corría en karting verdad?

Sí, de chico, también corría en varias caterogías más, en TC, debutó en el Autódromo de Buenos Aires. Tolo Doumic lo llevó un martes y me llamó para decirme que el domingo iba a correr dos horas en TC, yo le dije que estaba loco, pero de los 21 debutantes el mejor tiempo lo hizo Juanchi, con un coche que lo sacaron de un rincón, le pasaron el plumero, lo lavaron y fuimos a correr, en el año ´94 o ´95.

Sabemos que tiene una larga trayectoria en Bomberos, pero en el automovilismo lo hacían con mucha pasión…

Sí, he dejado a mi familia, mi negocio, mis hijos con el automotoclub, pero valió la pena.

Para cerrar…

Bueno decir que Juanchi hoy ya no corre, está casado con Julieta Castro y tienen una nena de 3 años Aramis. María Eugenia está casada con David García y tienen dos hijos uno de 7 años y otro de 3.

publicidad bloque 4 automovilismo