La fecha se estableció como forma de brindar homenaje a José Hernández, el gran poeta y autor de una de las obras más representativas del país, que nació justamente un 10 de noviembre de 1834. En Santa Teresita, se trasladó el festejo al 21 de noviembre con una Jineteada, en el Centro Cultural y Tradicionalista
Símbolo de la patria y las costumbres argentinas, el hombre que marcó un antes y un después en la literatura del país, con su obra “El gaucho Martín Fierro”, es todavía uno de los grandes referentes de la cultura, a quien se lo recuerda con varias frases que se convirtieron en dichos populares y que todavía están latentes en las conversaciones cotidianas de los argentinos.
Para conocer cómo se decidió establecer el Día de la Tradición para rendirle homenaje, repasamos parte de su vida y su gran aporte a las letras en toda la región Latinoamericana.
José Hernández, sus orígenes
La vida de este poeta que mereció el reconocimiento como parte de la historia, comenzó el 10 de noviembre de 1834 en los caseríos de Perdriel, en la chacra de su tío Juan Martín de Pueyrredón.
Hernández fue un gran estudioso. Parte de sus estudios comenzaron en el Liceo de San Telmo y en 1846 viajó con su familia al sur de la provincia de Buenos Aires, donde se familiarizó con la vida rural y las costumbres de aquel personaje tan autóctono de la región: el gaucho, que es parte del Día de la Tradición.
Por otra parte, las luchas políticas también caracterizaron su vida y se comprometió con diferentes causas, motivos que también llevaron a relacionarlo y homenajearlo con el Día de la Tradición.
En 1858, con 24 años y junto con varios opositores contra el gobierno de Alsina emigró a Paraná. Participó en la Batalla de Cepeda y también en la de Pavón, del bando de Urquiza.
Fue también un momento en el que comenzó su labor periodística, actuar que lo marcó para ser parte del Día de la Tradición. Y lo hizo en el periódico Nacional Argentino, con una serie de artículos en los que condenaba el asesinato de Vicente Peñaloza. Luego, se publicaron en forma de libro, en 1863, con el título de Vida del gaucho.
Entre sus experiencias previas a la creación del Martín Fierro, y antes de consagrarse como el hombre del Día de la Tradición, también trabajó en los diarios El Litoral; El Argentino; El Eco de Corrientes, entre otros.
Allí publicó artículos sobre las tensiones de su propio tiempo y referidos a la cuestión del gaucho, de la tierra, la política de fronteras y el indio.
El compromiso político de José Hernández lo llevó a ser diputado provincial y, en 1880, ya como presidente de la Cámara de Diputados, fue un gran defensor del proyecto de federalización, por el cual Buenos Aires pasó a ser la capital del país.
En 1881 fue elegido senador provincial y logró mantenerse en el cargo hasta 1885, un año antes de su muerte, el 21 de octubre de 1886, a los 51 años, que lo inmortalizó como el hombre del Día de la Tradición.
El Martín Fierro, un emblema del Día de la Tradición.
Si bien ya había otros escritores que dieron comienzo al género de la literatura gauchesca, como Bartolomé Hidalgo, Hilario Ascasubi o Estanislao del Campo, fue la obra de Hernández la que logró posicionarse en la cumbre de la literatura argentina, en la segunda mitad del siglo XIX.
En sus páginas, el autor expresó la vida del gaucho en el país, su estilo de vida, costumbres y su más profunda cosmovisión, inmortalizándola con notables versos que se perpetuaron a lo largo y ancho de la región hispanoamericana.
Uno de ellos, que se recuerda cada Día de la Tradición, es el siguiente:
Hay hombres que de su cencia tienen la cabeza llena; hay sabios de todas menas, mas digo, sin ser muy ducho, es mejor que aprender mucho el aprender cosas buenas.
Día de la Tradición: su etimología
Se sabe que la palabra “tradición” deriva del latín “traditio” y del verbo “tradere”, con el significado de “transmitir o entregar”. Así, llegó al español como aquello que pasa de una generación a otra; ese legado que continúa hasta el presente, siempre en permanente construcción y forjando determinada identidad cultural.
En relación con la figura del gaucho, a partir de la cual fue pensado el Día de la Tradición, la obra de Leopoldo Lugones, El payador, fue una gran reivindicación de la literatura gauchesca que muchos abogaron como clave de un tipo de argentinidad.
Por supuesto, esto nunca estuvo libre de tensiones. Otros grandes escritores lo han dejado más que claro, como Jorge Luis Borges, que si bien admiraba a Lugones y ese tipo de literatura, también escribió el ensayo “El escritor argentino y la tradición”. Allí aventuraba una propuesta distinta mucho más cosmopolita acerca de las tradiciones, en términos de configuración identitaria (seguramente, no solo literaria) y alejada de una única génesis o canon compartido.
La fecha clave
La idea de propender a la institucionalización de un día que conmemore las tradiciones gauchas, con el Día de la Tradición, correspondió al poeta Francisco Timpone, que la propuso en la noche del 13 de diciembre de 1937, en una reunión de la Agrupación llamada Bases, institución que homenajeaba a Juan Bautista Alberdi y que tenía su sede en La Plata, provincia de Buenos Aires.
El 6 de junio de 1938 la agrupación presentó ante el Senado de la Provincia de Buenos Aires una nota pidiendo que se declare el 10 de noviembre como “Día de la Tradición”, por el natalicio en dicha fecha de José Hernández.
En la nota se propuso la peregrinación cívica al Museo Gaucho Ricardo Güiraldes, de San Antonio de Areco, en homenaje y como consagración efectiva.
La aprobación ante la Cámara de Senadores y Diputados por el Día de la Tradición fue unánime, declarada bajo la ley Nº 4756 / 39, promulgada el 18 de agosto de 1939, y se publicó en el Boletín Oficial (entrando en vigencia), el 9 de septiembre del mismo año. La referida ley se originó en el Senado y fueron sus autores D. Edgardo J. Míguenz y D. Atilio Roncoroni.
En la primera celebración del Día de la Tradición, los intendentes municipales de La Plata y San Antonio de Areco, realizaron el primer festejo de las tradiciones. A partir de 1940, La Plata contuvo en su seno la fiesta. La Agrupación publicaba cada año un libro, resumen de todo lo acontecido.
Día de la Tradición y el homenaje a los gauchos.
La Ley 10220/84 modificó a la Ley 4756/39 el Art. 3° original, que pasó a decir: Declárase sede provincial permanente de la tradición a la localidad de San Antonio de Areco. Por otro lado, por Ley Nacional N° 21154 de 1975, el Congreso Nacional extendió a todo el territorio argentino la vigencia del 10 de noviembre como “Día de la Tradición” (cumpliéndose lo que fue una aspiración inconclusa de la agrupación Bases) y declaró Ciudad de la Tradición a la Ciudad de San Martín, por ser el pueblo natal de José Hernández.