Pasaron 204 años cuando nuestros próceres, caudillos y un pueblo conformado por gauchos, mestizos, aborígenes, comenzaron a luchar muchos años antes de aquel 9 de julio de 1816, cuando se declaró la Independencia de la Corona Española en la Casa del Tucumán, donde se reunieron los Congresales, hombres blancos, pero no de piel, sino de corazón, mente clara y convicciones de lucha por liberar a todos/todas, del yugo y el robo de los españoles genocidas.
Porque los españoles que vinieron a “Conquistar América” tierras a las que el rey de España Fernando VII las llamaba “Tierra de nadie”, cuando en realidad eran tierras de los Pueblos Originarios, conquistadores que no dudaban en matar a quien se interpusiera en sus proyectos de hacerse ricos, de llevarse todo el oro que encontraban a su paso, convirtiéndose en “genocidas” ya que para 1746 habían aniquilado a 60 millones de aborígenes.
Los Reyes de España, para completar su objetivo de Imperio, en complot con la Iglesia envió so pretexto de “civilizar “ a estos hombres y mujeres que vivían semi desnudos, con un idioma diferente, organizados en tribus, pero de una inteligencia mayor que la de los conquistadores, había que convertirlos al catolicismo y enseñarles a hablar en lengua castellana.
Tuvieron que pasar 424 años desde la llegada de Cristóbal Colón a las islas de centro América (hoy Cuba) para que finalmente los criollos, hijos de los ricos y militares que vinieron a ocupar los cargos como gobernantes en los distintos Virreinatos en nombre del rey, los enviaron (algunos ) a estudiar a Europa, sin embargo volvieron pero no solo con un título universitario, también trajeron las ideas revolucionarias de Francia y así comenzaron a trabajar, a luchar, para que este territorio alcanzara su propia independencia.
San Martín, Belgrano, Moreno, Castelli, los caudillos Dorrego, Güemes, los Hnos López, el Chacho Peñaloza, Juana Azurduy, fueron algunos de los que encabezaron esta batalla contra el Imperio Español genocida.
Y así se conformó el PRIMER GOBIERNO PATRIO en 1810, hasta que en 1816 en la Casa de Tucumán ubicada en San Miguel de Tucumán, el 24 de marzo de 1816 con la presencia de 33 diputados, presidida por Francisco Laprida.
El 21 de julio fue jurada la Independencia en la sala de sesiones por los miembros del Congreso, ante la presencia del gobernador, del general Manuel Belgrano, del clero secular, de las órdenes religiosas y demás corporaciones. Las discusiones posteriores de los diputados giraron en torno al dictado de una constitución y a la forma de gobierno y a la forma de estado que debía adoptarse en ella.
A partir del reglamento de Libre Comercio de 1809- le permitían darse el lujo de importar todos los productos que precisaba sin necesidad de preocuparse por su fabricación. Así pensaba al menos la mayoría de los terratenientes porteños, que preferían la ley del menor esfuerzo y la ganancia fácil antes que el aporte para el progreso, que hubiera implicado que destinaran parte de sus enormes ganancias. El manejo del puerto y la Aduana en forma exclusiva e injusta por parte de Buenos Aires será el tema central de los enfrentamientos que comenzarán a darse por esta época y no concluirán hasta la década de 1870.
La incapacidad y la falta de voluntad y de patriotismo de los sectores más poderosos llevaron a que nuestro país quedara condenado a producir materias primas y a comprar bienes elaborados muchas veces con los productos de nuestra tierra. Claro que valía mucho más una bufanda inglesa que la lana argentina con la que estaba hecha. Esto condujo a una clara dependencia económica del país comprador y vendedor, en este caso Inglaterra, que impuso sus gustos, sus precios y sus formas de pago, sostiene el Prof. Felipe Pigna
Bernardino Rivadavia en 1824 fue quien estableció una novedosa ley electoral que incluía el sufragio universal, con las limitaciones propias de la época. La nueva ley establecía que tenían derecho al voto todos los hombres libres nativos del país o avecindados en él, mayores de 20 años, pero sólo podían ser elegidos para los cargos públicos los ciudadanos mayores de 25 «que poseyeran alguna propiedad inmueble o industrial».
Manuel Dorrrego tuvo una importante participación en los debates sobre la ley electoral, entre otras cosas dijo entonces:
«…Y si se excluye (del voto) a los jornaleros, domésticos y empleados también…entonces ¿quien queda? Queda cifrada en un corto número de comerciantes y capitalistas la suerte del país. He aquí la aristocracia del dinero, hablemos claro, el que formaría la elección sería el Banco, porque apenas hay comerciantes que no tengan giro en el Banco, y entonces el Banco sería el que ganaría las elecciones, porque él tiene relación con todas las provincias»
Por iniciativa de Rivadavia, el gobierno contrató en 1824, un empréstito con la firma inglesa Baring Brothers de Inglaterra por un millón de Libras, deuda que finalmente terminó siendo saldada 100 años después durante el Gobierno Justicialista de Juan Domingo Perón ( 1945-1955)
En 1826 Rivadavia asumió y ocupó el primer sillón presidencial, aunque no fue elegido de la misma manera que hoy y tampoco era del todo representativo. En ese sentido, hubo otros “primeros presidentes”. Pero el dato importante es que hubo que esperar casi 30 años para tener un nuevo Presidente de Argentina. Luego de Rivadavia, fue Justo José de Urquiza quien ocupó el cargo en 1854. El representante federal fue el primer mandatario constitucional y Bartolomé Mitre es considerado el primer presidente del país unificado. La sucesión de mandatarios siguió, aunque sin que haya elecciones libres como las conocemos ahora.
El mandatario que se considera como el primero surgido de una elección popular y sin fraude es el radical Hipólito Yrigoyen, en 1916. En 1930 comenzó la década infame, con la destitución de Yrigoyen en su segundo mandato, y también una seguidilla de dictaduras violentas que interrumpirían los gobiernos constitucionales varias veces.
Y así con altibajos, idas y venidas, se fueron sucediendo, muchos gobiernos los menos democráticos, los mas militares, todo esto se puede leer en cualquier libro de historia con mayor o menor objetividad, pero de lo que nunca se habla en esos libros, es acerca de quienes eran los terratenientes dueños del poder económico, que fueron imponiendo presidentes a su antojo y de acuerdo a sus intereses económicos, casi nadie por no decir todos, hacen mutis por el foro, inclusive en la actualidad, por ejemplo nadie dice que el actual diputado Federico Pinedo, es bisnieto del Pinedo que en 1930 ocupaba el cargo de secretario en el Congreso y formaba parte de los terratenientes que no estaban de acuerdo con la Ley que impulsaba Lisandro de La Torre, para que los ganaderos pagaran los impuestos cuando exportaban cantidades industriales de ganado a Europa, por citar a uno de ellos; lo mismo nadie enseña en la escuela que el Ministro de economía Martínez de Hoz en el último gobierno de facto ( 1976-1982), era descendiente José Toribio Martínez de Hoz uno de los fundadores de la actual Sociedad Rural Argentina, el 10 de julio de 1866, uno de los mas grandes ganaderos terratenientes del país y así podríamos nombrar a mucha gente “oscura” y no por el color de su piel negra, sino por ser personajes oscuros cuyos intereses no están dirigidos al bienestar el pueblo, la igualdad y la equidad, otro descendiente de la flia. Rosendo María Fraga (1856-1928), militar argentino del siglo XIX es Javier González Fraga (2017) Pte. del Banco Central en el gobierno neoliberal de Mauricio Macri, quien dijo sin ningún pudor: “ ¿ qué pensaban los trabajadores que con un sueldo podrían tener un plasma, un auto o irse de vacaciones? Y así fue que se robó todo…. y le permitió robar a la cerealera Vicentin, porque en la Argentina del siglo XX y XXI, aparecieron herederos o nuevos personajes dueños del poder económico, bajo otras formas, porque el mundo fue cambiando y así surgió otro ser oscuro que es: Héctor Magnetto del diario Clarín, en sintonía con los descendientes del diario la Nación, los Mitre.
Sin embargo esto no se dice en los actos conmemorativos por el Día de la Independencia” no se invita al pueblo a informarse al respecto, para tener en claro luego a quien votar en las próximas elecciones, hoy los medios de comunicación monopólicos y las redes sociales, son usadas cual zanahoria delante del burro, para tener dominadas a las masas, entretenerlas y que no tengan tiempo para “pensar”, para que sigan diciendo: “Ah! pero yo soy apolítica”, entonces nadie se juega y las mayorías votan a la morocha de ojos verdes o al rubio de ojos celestes, sin conocer sus orígenes, mucho menos hacia donde conduce al pueblo, su ideología política.
Considero que la mejor manera de honrar a nuestros próceres y al pueblo que luchó por la independencia de 1816, sería ésta, informarse, poner el cuerpo, trabajar por la igualdad y sobre todo, saber quien es quien en este bendito país del que tanto nos enorgullecemos, pero muy poco hacemos para ser soberanos como lo soñaron lo patriotas del siglo XIX.
Dijo Nicolás Avellaneda: “Los pueblos que olvidan sus tradiciones, pierden la conciencia de sus destinos, y los que se apoyan sobre sus tumbas gloriosas, son los que mejor preparan el porvenir”.