Amazonía en llamas: ¿cómo afectan los incendios a la vida silvestre?

La región es el hogar del 10% de las especies animales de la Tierra. El fuego se extiende por la vasta selva de Brasil y también ha llegado a Bolivia, Paraguay y Perú.

La selva amazónica, hogar de una de cada diez especies de la Tierra, está en llamas. Desde la semana pasada, 9.000 incendios forestales desatan su furia simultáneamente por toda la vasta selva de Brasil; y se está expandiendo hacia BoliviaParaguay y Perú.

Los incendios, que en su mayoría fueron provocados intencionalmente a fin de despejar tierras para la cría de ganado, la agricultura y la explotación forestal, se han agravado dada la estación seca. Hoy en día, están ardiendo en masa, con un aumento del 80 por ciento respecto del mismo periodo del año pasado, según el Instituto Nacional de Investigación Espacial (Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais, INPE). Las llamas pueden verse incluso desde el espacio.

Para los miles de mamíferos, reptiles, anfibios y especies de aves que viven en la Amazonía, los efectos de los incendios forestales se darán en dos fases: una inmediata y otra a largo plazo.

“En la Amazonía, nada está adaptado al fuego”, señala William Magnusson, investigador especializado en monitoreo de biodiversidad del Instituto Nacional de Investigación de la Amazonía  (Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia, INPA) en Manaus, Brasil.

En algunos bosques, entre los cuales se encuentran algunos de Estados Unidos, los incendios forestales son esenciales para el mantenimiento de los ecosistemas sanos. Los animales están adaptados para hacerles frente; y muchos hasta los utilizan para desarrollarse. Por ejemplo, el pájaro carpintero de vientre negro, originario del oeste americano, solo anida en árboles quemados y come los escarabajos que infestan la madera quemada.

Pero la Amazonía es diferente.

Magnusson menciona que la selva es tan únicamente rica y diversa que es precisamente por esto que no se quema. Mientras hay ocasiones en que los incendios ocurren naturalmente, son típicamente pequeños en escala y la quema se da en el suelo.  Y son rápidamente apagados por la lluvia.

“Básicamente, la Amazonía no se había quemado en cientos de miles o millones de años”, señala Magnusson. Y explica que no es como en Australia, por ejemplo, donde el eucalipto se moriría sin los incendios regulares. La selva no fue construida para el fuego.

¿Cómo el fuego está afectando a cada animal en particular?

Es probable que se estén cobrando “un saldo masivo de vida silvestre a corto plazo”, menciona Mazeika Sullivan, profesor adjunto de la Escuela de Medioambiente y Recursos Naturales de la Universidad Estatal de Ohio, quien ha realizado trabajos de campo en la Amazonía colombiana.

Sullivan agrega que, generalmente, en medio de los incendios forestales, los animales tienen muy pocas opciones. Pueden intentar esconderse en madrigueras o ir al agua, señala. Pueden desplazarse. O morir. Sullivan señala que, en esta situación, muchos animales morirán por las llamas, por el calor de las llamas o por el humo inhalado.

“Habrá ganadores y perdedores inmediatos”, indica Sullivan. “En un sistema que no está adaptado al fuego, habrá muchos más perdedores de los que habría en otros lugares”.

¿Es probable que a algunos animales les vaya mejor que a otros?

Determinadas características pueden resultar favorables en medio de los incendios forestales. Ser naturalmente ágil ayuda. Sullivan dice que los animales grandes y que se mueven rápido, como los jaguares y los pumas, podrían escapar, así como también algunas aves. No obstante, los animales de movilidad lenta, como los perezosos y los osos hormigueros, así como también las pequeñas criaturas, como las ranas y las lagartijas, podrían morir al ser incapaces de escaparse del camino del fuego lo suficientemente rápido. “Escapar hacia la copa del árbol, pero elegir el incorrecto”, menciona Sullivan, y es probable que el animal muera.

¿Podrían algunas especies ya vulnerables verse aún más amenazadas o llegar a extinguirse?

Es difícil decirlo. Los incendios forestales en la Amazonía son completamente diferentes a los de Estados Unidos, Europa o Australia, donde sabemos mucho sobre la distribución de las especies, afirma Magnusson. No sabemos lo suficiente sobre dónde se encuentra la gran parte de los animales de la selva como para identificar qué especies están bajo amenaza.

Sin embargo, hay unas pocas especies que nos preocupan.

El tití de Milton, un mono descubierto en 2011, solo ha sido documentado en una parte de Brasil en el sur de la selva amazónica, zona que actualmente se encuentra asediada por el fuego. Otro mono recientemente descubierto, el tamarindo Mura, vive en un pequeño rango del centro de Brasil, que también está invadido por las llamas, señala Carlos César Durigan, director de the Wildlife Conservation Society de Brasil. Durigan señala que es posible que estas especies sean originarias de estas regiones específicas. “Me [temo] que podemos perder muchas de estas especies endémicas”.

¿Y los animales acuáticos?

En el corto plazo, los grandes cuerpos de agua están mayormente a salvo. Pero los animales en los pequeños ríos y arroyos, que son sumamente diversos biológicamente, podrían estar en problemas. En los pequeños caudales, “el fuego se quemará por encima”, menciona Sullivan. Los anfibios que habitan el agua, los cuales necesitan mantenerse parcialmente por encima del agua para respirar, estarían en peligro Sullivan menciona que el fuego también podría cambiar la química del agua a tal punto que no sería sustentable para la vida a corto plazo.

¿Cómo podrían afectar a las especies las secuelas del fuego?

Este es el segundo gran golpe. “Es probable que los efectos a largo plazo sean aún más catastróficos”, señala Sullivan. Podría alterarse el ecosistema entero de las zonas quemadas de la selva. Por ejemplo, el denso follaje de la selva amazónica bloquea la luz solar y no le permite llegar al suelo. El fuego abre el follaje de un golpe, trayendo luz y fundamentalmente cambiando el flujo de energía del ecosistema entero. Esto puede tener un efecto dominó en la cadena alimenticia completa, señala Sullivan.

Muchas especies deberán luchar para sobrevivir en un ecosistema fundamentalmente transformado. Muchos anfibios, por ejemplo, tienen piel texturizada y camuflada que se asemeja a la corteza o las hojas de un árbol; esto les permite mezclarse con el ambiente. “Ahora, de repente, las ranas están obligadas a estar en un entorno diferente”, señala Sullivan. “Quedan expuestas”.

Y muchos animales en la Amazonía son especialistas, especies que han evolucionado y se han adaptado a desarrollarse en hábitats específicos. Los tucanes, por ejemplo, comen frutas a las que otros animales no tienen acceso (sus largos picos los ayudan a alcanzar lugares que, de otra manera, serían inalcanzables). Es probable que el hecho de que los incendios diezmen la fruta de la que las aves dependen haga que la población del tucán entre en crisis. Los monos araña viven en lo alto de las copas de los árboles y así evitan la competencia que hay abajo. “¿Qué sucede si se pierde la copa?”, se pregunta Sullivan. “Se los fuerza a ir a otras áreas con mayor competición”.

Los únicos “ganadores” de un bosque quemado serían las aves de rapiña y otros depredadores, señala Sullivan, dado que los paisajes sin árboles hacen que la caza sea más fácil.

¿Hay alguna otra consecuencia para los animales salvajes?

Magnusson está más preocupado por las repercusiones generales de la pérdida forestal.

“Una vez que quitas la selva, [pierdes] el 99 por ciento de todas las especies”, señala. Si estos incendios fuesen una excepción, no estaría necesariamente preocupado, pero nota que ha habido un cambio fundamental en la política de Brasil “que fomenta la deforestación”. Se refiere al compromiso del presidente brasileño Jair Bolsonaro de abrir el Amazonas a las empresas. “La señal política que ha salido es, básicamente, que ya no hay leyes, así que se puede hacer cualquier cosa”.

Los conservacionistas y los ciudadanos comprometidos con la causa se han servido de las redes sociales y, el miércoles, #PrayForAmazonas se convirtió en el hashtag tendencia de Twitter. Muchos criticaron las políticas del gobierno de Bolsonaro. Otros expresaron preocupación dado que la demanda global de carne vacuna incentiva el despeje acelerado de tierras para la cría de ganado. Los ambientalistas también alertan sobre las consecuencias que la quema en la Amazonía, generalmente denominada el pulmón del planeta, tendría en el cambio climático. Para el jueves, #PrayForAmazonas ya había perdido el protagonismo frente al hashtag #ActForAmazonas.

Hay un área en el extremo sur de la selva amazónica, en los estados brasileños de Para, Mato Grosso y Rondonia, conocida como “arco de deforestación”, señala Magnusson. Allí, el incendio forestal está empujando el límite de la selva hacia el norte, y posiblemente está modificando el borde para siempre.

“Sabemos poco sobre la región”, afirma. “Podríamos perder especies sin haber sabido nunca que estuvieron allí”.

 

Fuente: https://www.nationalgeographicla.com

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