La idea es hacer un vuelo corto sobre la historia y algunas reflexiones. La Semana Santa es la conmemoración anual de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazareth. En la Semana Santa se celebra la institución de la eucaristía en el jueves santo, es el sacramento la eucaristía, que consiste en consagrar el pan y el vino y su distribución entre los fieles en una misa, conmemorando lo que fue la última cena de Jesús con los apóstoles, se conmemora la crucifixión el viernes santo y la resurrección en la vigilia pascual durante el sábado santo al domingo de resurrección.
Tiene el origen en la propia biblia y es que los apóstoles Mateo, Marcos, Lucas y Juan dejaron por escrito los días previos y posteriores a la crucifixión y resurrección de Jesús. También hay que decir que estos evangelios que conocemos hoy no fueron escritos por ellos, sino que generaciones posteriores, se habla de 200 años, alguien escribió lo que ellos decían que había pasado. O sea que estamos ante una celebración religiosa, practicables por personas con fe en Jesús, más concretamente para los católicos, apostólicos y romanos y algunas iglesias evangélicas. O sea es más que comer pescado, hacer ayuno y ver los precios de los huevos de chocolate o conejos, para regalar a familiares y amigos con el saludo de Felices Pascuas, como quien dijera feliz día del amigo. Incluso tengo amigos budistas que por costumbre te saludan, como en Navidad.
Con todo respeto y desde una honesta posición de espectador agnóstico, eso es lo que yo soy, ¿qué quiere decir ser agnóstico? Yo no niego la existencia de Dios, solo que considero humildemente inaccesible para el entendimiento humano la noción de lo absoluto, tal como ese Dios es sugerido.
Agnóstico que no es lo mismo que ser ateo, ateo es el que cree que no existe ningún Dios ni ninguna entidad divina, pero estoy más cercano al Panteísmo, ¿qué es? Es una cosmovisión y doctrina filosófica que afirma que el universo entero, la naturaleza y la existencia, todo lo que es, lo que fue y lo que será puede ser representada a través de la noción de un elemento superior, que algunos llaman Dios.
Desde ese lugar pienso en cómo la Semana Santa para la gran mayoría, termina siendo una banalización de hechos históricos o dogmáticos. Simplificando esta celebración de fe en una simple y simbólica juntada familia. Como en el caso de San Patricio, donde todo el mundo se viste de verde, nadie sabe quién fue y toman cerveza de una manera descomunal, ojo, no todos, y yo no digo que esté bien o que esté mal, simplemente es lo que pasa.
Lo mismo pasa con los hechos de la realidad cotidiana, lo simplificamos a través de cuestiones de costumbre, decimos, esto siempre fue así, o no sé bien de qué se trata, pero está bueno o por contrario imperio, como dicen los abogados, no está bueno, pero no vamos al fondo de la cuestión.
Planteo dos ejercicios:
Primero, y con todo respeto, pregúntense o pregunten a su círculo íntimo de familiares y amigos, qué saben de la Semana Santa, para empezar a ponernos en tema.
Segundo, una reflexión colectiva, que tiene que ver con un relato de Eduardo Galeano en el libro de Los Abrazos, que se llama La Burocracia, y dice el cuento
“Sixto Martínez cumplió el servicio militar en el cuartel de Sevilla, en medio del patio de ese cuartel, había un banquito, junto al banquito, un soldado hacía guardia, nadie sabía por qué se hacía la guardia del banquito, se hacía porque se hacía, todas las noches, todos los días, y de generación en generación los oficiales transmitían la orden y los soldados la obedecían, nadie nunca dudó, nadie nunca preguntó, si así se hacía y siempre se había hecho, por algo sería, y así siguió siendo. Hasta que alguien, no sé qué general o coronel, quiso conocer la orden original, hubo que revolver a fondo los archivos y después de mucho hurgar se supo que hacía 31 años, 2 meses y 4 días que un oficial había mando a montar guardia junto al banquito que estaba recién pintado, para que a nadie se le ocurriera sentarse sobre la pintura fresca”.
Volviendo a la Semana Santa, hablamos de la Biblia, que es una compilación de libros y escritos que fueron encontrados, podemos decir que hay dos partes el Antiguo y el Nuevo Testamento, el nuevo es con el nacimiento de Jesús, y el antiguo, claro, es el previo.
La religión católica no acepta el viejo testamento, la religión judía no acepta el nuevo, ¿por qué? porque para los judíos no llegó aún el mesías, esto implica como una cosa obvia, que el judaísmo es anterior al catolicismo. Pero además está el Corán, que es el libro sagrado del Islam, que según los musulmanes contiene la palabra de Dios, denominado Alá, revelada esa palabra a Mahoma, quien se considera que recibió estas revelaciones por medio del Arcángel Gabriel, la diferencia dogmática entre el Corán y el Antiguo Testamento, tronco común del catolicismo y el judaísmo, es que no se discute, es la palabra revelada, siempre existió.
Tomando en cuenta que los musulmanes creen en figuras bíblicas, tales como Moisés y Jesús, que predicaron el Islam, el Corán tiene sus bases en el Antiguo Testamento.
A estas alturas, podemos afirmar que las tres religiones más importantes del mundo, tienen un tronco común, se las denomina religiones abrahámicas, monoteístas, que reconocen una tradición espiritual, identificada con Abraham, que es considerado el primer patriarca y reconocido por las tres religiones, aunque convengamos que tiene poca prensa, nadie habla de Abraham y que nuclean un poco más de la mitad de la población de creyentes del mundo, unos 3 mil ochocientos millones de fieles entre las tres religiones.
Otro tema, para el judaísmo estamos en el año 5777 y reconocen 300 millones de fieles, para el islamismo estamos en el año 1437 y reconocen 1900 millones de fieles, para el cristianismo estamos en el 2019 y reconocen 2600 millones de fieles, ¿a qué quiero llegar con esto? Por un lado, tengamos en cuenta que la evolución de la humanidad está asignada culturalmente por los valores religiosos.
Por otro lado, que en esa evolución cultural se impuso el calendario gregoriano, que tiene su origen en Europa, fue impuesto por el Papa Gregorio XIII, en el año 1582, a raíz de los acuerdos del concilio de Trento. En aquel momento se fijaron los días, se estableció un calendario universal y uno se puede preguntar ¿por qué en 1582 se hace esto? Y acá viene la relación, se hace esto, porque en aquel momento se fijaron los días en los que se tenía que celebrar la Pascua y por consiguiente el resto de las celebraciones religiosas, y ahí llegamos. Para organizar la Pascua y las celebraciones, el cristianismo le impuso al mundo, una organización que no tiene que ver con la fe, es decir, desde el Vaticano, se fueron generaron nuevos órdenes de poderes económicos, políticos y demás. Un golazo para el cristianismo, religión más poder político.
Todo este relato, implica no solamente un poco de análisis histórico, sino poner sobre la mesa, la influencia de la fe cristiana y su organización institucional a nivel global por sobre las otras religiones.
Hablamos de la Pascua, la definimos, vimos como las tres religiones más grandes tienen un tronco común, vimos como el cristianismo se impuso y por último decir que la Pascua le da sentido al cristianismo. Si Jesús no hubiera muerto en la cruz, no hubiera resucitado y no hubiera ascendido, no existiría el cristianismo ¿cómo sería el mundo? De religión judía o musulmana, mayoritariamente, de las monoteístas. La crucifixión, como acto, creó al cristianismo, pero la crucifixión fue posible por una traición, y ahí entra a jugar un personaje nuevo que es Judas Iscariote.
Hay todo un debate en el Concilio de Nicea, donde se establecieron cuáles eran los evangelios oficiales, peor dicen que hay un evangelio escrito por Judas, que la Iglesia no reconoce, que dice que a Judas le tocó el designio divino más terrible, que fue entregar a Jesús para posibilitar la crucifixión, su muerte, su asunción y a partir de ahí generar todo este movimiento, pero la Iglesia lo desestima.
Este Judas que entregó a Jesús por 30 monedas de plata ¿cómo lo marcó? Porque todos hemos visto en alguna película, que Jesús en la última cena dice, uno de Uds., me traicionará, y todos van preguntando, ¿soy yo maestro? Judas no preguntó, se levantó y se fue. ¿A dónde fue? A hablar con los romanos, porque ¿quiénes le pagan las 30 monedas de plata? Los sumos sacerdotes, es decir, éstos lo financian y lo entregan a los romanos. ¿Cómo lo identifican? Judas, el traidor, citando los relatos bíblicos, lo señala con un beso. Después viene todo lo que ya conocemos.
Como conclusión final, ¿no es triste pensar que el mayor hecho que forjó la cultura occidental, arrancó con un beso y una traición? ¿No hay una continuidad hoy en día de esa acción? Claro, no siempre está el beso.
Semana Santa, última cena, crucifixión, ascensión y esto fue posible por la idea de la resurrección de un señor, que fue traicionado y encima entregado por un beso. Resurrección implica volver de la muerte, ¿no será momento de honrar este momento? Como sociedad digo, ¿no habrá llegado al hora de pelear por nuestra resurrección de las cenizas del neoliberalismo?