El Gaucho, nuestros antepasados
De la unión del español y el aborigen nació «el gringo» o «el gaucho» y su china que habitaban la pampa. Estos hombres y mujeres despreciados por los españoles y rechazados por los aborígenes, tenían su propia cultura, y con orgullo defendieron la patria de Moreno, Belgrano, San Martín, Güemes, Dorrego y tenían sus leyes y códigos propios.
La palabra gaucho deriva del término quechua “huachu”, que significa sin padres. Esta palabra se usó en las regiones del Plata, Argentina, Uruguay y aún en Brasil, para designar a los jinetes de la llanura o pampa dedicados a la ganadería.
El gaucho es una especie de vagabundo de la pampa, rústico y varonil que sabe defender su honor y demuestra valentía en circunstancias de peligro
La ropa del gaucho fue cambiando con quitas y agregados. En los principios, el gaucho de la pampa guardaba todavía semejanzas con sus predecesores inmediatos: el vaquero andaluz y el beduino errante.
Más tarde fue admitiendo cambios que se vieron en la indumentaria, en sus costumbres cotidianas y hasta en el arreglo de su caballo.
Lentamente, se volvió “paisano”, y cuando llegaron los vascos, les impusieron la boina de Vizcaya, a los peones de faena. La rastra, sin embargo, siguió intacta, lo mismo que las espuelas, el cuchillo -caronero, facón o daga- y el poncho. Estas fidelidades indican pertenencia y son las señales de nuestra leyenda.
La boina fue reemplazando de a poco al sombrero “serenero” la golilla y el norteño “panza de burro”, pero indemnes los gachos o chambergos de ala doblada y sujeta a la copa, de original confección española, como lo es de herencia el sombrero correntino, típicamente andaluz. No obstante las alteraciones de las épocas, ahí están los recados y rebenques que estuvieron siempre, y hasta el lazo, que fue orgullo en los primeros tiempos.
El lanzamiento del lazo, la doma, el rodeo de hacienda y las travesías, eran llevadas a cabo por los jinetes que hacían del caballo su mejor instrumento.
En los pagos del Hoy partido de Gral. Juan Galo Lavalle, al que pertenecían los habitantes del hoy Pdo. de La costa hasta 1978) la economía es ganadera, por lo tanto los hombres de campos conservan las costumbres y vestimentas de antaño.
El representante mas conocido de estos pagos es Santos Vega “El Payador” y en su honor se realiza todos los años “La Semana de santos Vega” durante 3 días, con un desfile de instituciones y también de caballadas, además de la realizar la tradicional jineteada.
La escritora Olga Latour de Botas en su libro “El caso de los cuatro Juanes”, cuando le tocó a Juan del Este dijo:
(…)
Y soy aquel Santos Vega,
el payador del Tuyú,
que solo fuera vencido
por el mismo Belcebú .
¡El diablo! que con sus artes
quiso al gaucho avasallar
pero al que el paisano pudo,
con su esfuerzo, derrotar.
Hoy las inmensas llanuras
son potreros alambrados
y estancias bien instaladas
donde se engorda el ganado.
(…)
La geografía del hoy Pdo. de La Costa, en el siglo XIX se denominaba “Los pagos del Tuyú”
En 1824 Juan Lavalle regresó de Mendoza a Buenos Aires junto con su esposa y fue nombrado jefe del Cuarto Regimiento de Infantería, cuyo objetivo era cubrir la frontera sur del río Salado, con el fin de avanzar sobre el territorio dominado por los indígenas, un problema que comenzaba a inquietar fuertemente al gobierno. Se pretendía demarcar una nueva línea de frontera que debía estar comprendida entre las costas del mar y las orillas del río Las Flores, pasaría por Balcarce y Tandil.
La franja costera que iba desde el cabo San Antonio (Punta Rasa) hasta la laguna Los Manantiales ( Gral. Madariaga) y por dos leguas de ancho (80 cuadras), la recibió de parte del gobierno, el General Juan Galo Lavalle, por su acción militar al frente del regimiento con el cual venció a los aborígenes en Hinojales y Lomas de Martín.
Estas tierras años más tarde se las cede a su hermana Josefina Lavalle como dote, al contraer matrimonio con Sáenz Valiente.
Cuando en 1829 asume el gobierno el caudillo federal Juan Manuel de Rosas, los criollos estaban divididos en Unitarios – con Juan Galo Lavalle como líder- y los Federales con Rosas. Mientras en la capital de la Provincia Bs. As. se vivía de una manera muy convulsionada en la lucha por el poder político, Rosas luego del alzamiento de los Unitarios ( estancieros) había dividido las tierras al sur del Rio Salado en cuatro partidos: Ajó, Tuyú, Mar Chiquita y Lobería.
El hoy Pdo. de Gral. Lavalle, por eso cuenta la historia que los pagos de la Ría de Ajó en la estancia Los Yngleses se comenzaba a refinar el ganado bovino. Sobre las márgenes de la Ría, se construyó un puerto precario por el que los Gibson-dueños de Los Yngleses- exportaban los fardos de lana a Liverpool -Inglaterra- sin pagar impuestos aduaneros.
Este puerto más tarde se convirtió en el 3ro. en importancia en todo el país, es el mismo que hoy conocemos como el puerto de Gral. Lavalle.-
Ilustraciones: Fabiana Caporaletti
Investigación folklórica: Antonieta Chiniellato
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