Era un día soleado, como cualquier otro, en el mes de Octubre cuando Darío Jerez, salió de un despensa donde levantó el pedido de la firma Arcor para la cual trabajaba. En la puerta había otro hombre: Alejandro Muñoz, pero de la Financiera “Comprar” de Mar de Ajó, para la cual también Darío hacía las ventas de una tarjeta de crédito y cobraba créditos personales que la firma otorgaba a comerciantes del Pdo. de La Costa. Cruzaron la calle 3 , por esta se fueron caminando dos cuadras, y Darío desapareció en plena democracia.
Corría el año 2001, un día como cualquier otro y ese 25 de octubre, luego de ese encuentro con Muñoz, Darío nunca mas volvió a su casa, ni a buscar a sus hijos del colegio, ni hacer el amor con Viviana, su esposa. Pasaron 17 años y la familia cada 25 de octubre, entre otras actividades, realiza una marcha y acto para recordarle al poder Judicial de Dolores que ellos siguen pidiendo verdad y justicia.
Se realizó un juicio por encubrimiento en 2013, los jueces del Tribunal Nº 2 de Dolores, absolviero a los imputados, la familia apeló y la Cámara de Casación y la Suprema Corte de la Pcia. de Bs. As. dijeron que estaban mal el fallo porque se basó en pruebas absurdas y que se volviera a hacer el juicio. Desde 2017, la familia espero le comunicaran fecha y en qué sala debía realizarse. En febrero de 2018 finalmente la causa prescribió, porque no se trata de un crimen de lesa humanidad. ¿Por eso no se merece un ciudadano un juicio y su familia saber que pasó con Darío?
Sin embargo continúa la investigación por “Privación ilegitima de la libertad seguida de homicidio resultante” es la otra causa paralela.
Darío ya tiene una calle con su nombre y éste 25 la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad colocó un nuevo cartel para no olvidarlo. Viviana, en el acto que organizó Memoria Activa para la noche, bajo una lluvia copiosa una vez mas le habló a los imputados, al Poder Judicial y a la comunidad que los acompaña desde hace 17 años.
25 de octubre 2018 acto colocación del cartel:
Viviana:
GRACIAS Derechos Humanos!!!! Gracias Nicolás Saavedra!!! vecino trabajador comprometido con la causa
17 años pasaron desde que Darío caminó sobre esta calle por última vez, aquí se lo vio dirigirse en esa dirección acompañado de una persona que según consta en la IPP, fue identificada por 2 testigos, pero que decidió callar.
Nunca más supimos nada de él, nunca más sentí su abrazo, nunca más sus hijos escucharon un consejo de su voz, nunca mas sus hermanos se rieron junto a el, nunca más su madre pudo mirarlo a los ojos.
Por el contrario si supimos de pistas falsas, de medidas dilatorias y de cientos de versiones instaladas que intentaban desviar la investigación y sembrar trabas, para que la justicia se aleje a medida que nos acercábamos poco a poco a la verdad.
El tiempo que trascurrió desde aquel mediodía del 25 de Octubre de 2001 nos destrozo en mil pedazos, pero llego un día en el que como familia y como comunidad comenzamos a juntar nuestros pedacitos y poco a poco nos fuimos remendando.
Cada pedazo de nuestro ser se fue reforzando, y aprendiendo en este recorrido, de terminologías legales, de protocolos ante cada visita a funcionarios de orden provincial y nacional, de formularios y plazos perentorios, aprendimos que el poder económico tutela constantemente las decisiones judiciales, aprendimos que el poder político se mueve y pendula según su conveniencia.
Pero también aprendimos a organizarnos, a dividir tareas, a gestionar, a analizar que peleas dar y en que momento llevarlas a cabo, a abrir el juego a brazos y mentes frescas que nos renuevan las energías, en función de un solo objetivo, mantener bien en alto la bandera del reclamo, y saber que hicieron con Darío.
Aquí estoy parada como puedo y sintiendo el respaldo de cada uno de ustedes que me alienta cada vez que me ve y me refuerza la voluntad de seguir peleando, porque no es fácil, la coyuntura no es fácil.
Acto 25 de octubre por la noche:
Viviana:
Nos dicen desde la el poder judicial que habría transcurrido el plazo que desembocaría en la prescripción de la causa, nos hablan de impugnación, de interrupción, de lapso prescriptivo, de condenas confirmatorias, de excusaciones etc etc etc pero de todo esto NO ES NUESTRA RESPONSABILIDAD!!! Solo buscamos JUSTICIA para DARIO y QUE PAGUEN LOS CULPABLES.
Hay todavía gente a la que el caso le resulta indiferente, pero lo indignante es que exista también un puñadito de personas que no hagan más que dificultar el accionar de la justicia tirando para el lado contrario al de la verdad. Los imputados por el encubrimiento de la desaparición de Darío (Jorge Grande, Cristian Ibarra, Daniel López, Alejandro Muñoz y Carlos Subirol) pidieron a la justicia que la causa prescriba -o sea, que no se los juzgue simplemente porque pasó mucho tiempo- y eso no nos resulta extraño porque desde que la justicia los acusó no han hecho más que dificultar la obtención de la verdad.
El tribunal dos de Dolores con los Jueces Ávalos, Tamagno y Colombo actuaron como muchas veces actúa la Justicia en Dolores “A FAVOR DE SUS AMIGOS”, pero dos instancias superiores (Tribunal de Casación y Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires) anularon ese fallo vergonzoso, pero los que siempre traban, lograron lo que siempre buscaron: impedir la búsqueda de la verdad y patear para adelante todo para zafar de una pena por la prescripción de la causa definida en Dolores. No nos sorprende lo que hacen porque es lo que siempre han hecho, llenar de obstáculos un camino ya de por sí dificultoso en el que seguramente pensaron que nos cansaríamos.
El tiempo que trascurrió desde aquel mediodía del 25 de Octubre de 2001 nos destrozó en mil pedazos, pero llego un día en el que como familia y como comunidad comenzamos a juntar nuestros pedacitos y poco a poco nos fuimos remendando. Cada pedazo de nuestro ser se fue reforzando, y aprendiendo en este recorrido, de terminologías legales, de protocolos, de formularios y de plazos. Aprendimos que el poder económico tutela constantemente las decisiones judiciales.
Pero también aprendimos a organizarnos, a dividir tareas, a gestionar, a analizar qué peleas dar y en qué momento llevarlas a cabo, a abrir el juego a brazos y mentes frescas que nos renuevan las energías en función de un solo objetivo, mantener bien en alto la bandera del reclamo y saber qué hicieron con Darío.
Estamos aquí parados como podemos y sintiendo el respaldo de cada uno de ustedes que nos alienta cada vez que nos ven y nos refuerzan la voluntad de seguir peleando. Porque no es fácil. La coyuntura no es fácil.
En términos judiciales nos encontramos esperando la resolución del tribunal de casación de La Plata, el cual debe expedirse en relación a la prescripción de la causa y desde hace meses no lo resuelve. No olvidemos que en el año 2017 este tribunal había establecido que el juicio debía realizarse nuevamente por que las pruebas se habían valorado de manera “absurda” y a mi criterio malintencionada. Le solicitamos a dicho tribunal que se expida a la brevedad para poder así comenzar el nuevo juicio.
A su vez les cuento que estamos iniciando gestiones a nivel internacional, ante la Corte Interamericana de DDHH, para interponer acciones que insten al estado Argentino a darnos una respuesta que con contundencia haga deponer la inoperancia de la justicia.
Este, el de los aspectos legales no es el único campo de acción en el que luchamos. También lo hacemos en el campo de las conciencias, peleando por la memoria y la verdad, y es ahí donde vemos los frutos que nos reconfortan. Ver que jóvenes se dan cuenta de que el reclamo de justicia es propio y que nos invitan a diferentes actividades escolares, culturales o socio comunitarias, nos dan la certeza de que el camino que elegimos transitar es el correcto y que a la larga la verdad va a triunfar.
Y lo afirmamos con convicción. Porque seguiremos peleando hasta que nuestro corazón ya no lata más. Y en ese momento estén seguros, no lo duden, que ya habrá montones de voluntades que seguirán reclamando y rompiendo las pelotas hasta que se haga justicia. Porque Darío seguirá estando en cada uno de los que lucha por él.
Y lo afirmamos con convicción porque lo que se hereda no se roba, mis dos nietas Felicitas y Helena y los que en un futuro vendrán, llevan en su sangre y en su corazón la memoria y las ansias de Verdad y Justicia!!!”
¡Darío Jerez : Presente, Darío Jerez: Presente, Darío Jerez: Presente… ahora y Siempre!!!!!