Las historias de vida de cada uno de los soldados que participaron en la guerra que el presidente de facto, el dictador por entonces Leopoldo Fortunato Galtieri le declaró a Gran Bretaña, sería imposible plasmarlas en una nota; y aunque ésta sea una revista turística, acá tampoco los olvidamos, a los que volvieron, a los que quedaron allá, a los que después de 35 años finalmente los reconocieron ( 88) pero faltan 35 más.
Cada uno de los argentinos debemos tenerlos siempre presentes, porque los que faltan reconocer, son también desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica.
En la Costa los veteranos que viven actualmente desde hace muchos años en distintas localidades, han creado la Casa de Veteranos de Guerra de La Costa (Mar del Tuyú) el Museo Histórico Malvinas Argentinas (Santa Teresita) y en Las Toninas la Plaza Malvinas Argentinas donde cada año se realiza el acto conmemorativo.
Este año, Enrique Cerezo. ex combatiente, fue quien se dirigió en nombre de sus compañeros en un discurso muy efusivo y emocionante que refleja un poco de la historia que cada uno de ellos vivió en aquel infierno, luchando por nuestra Soberanía por las islas. Por ese motivo lo compartimos son nuestros lectores.
A 36 AÑOS DE LA GESTA
Esta plaza nos cobija nuevamente un 2 de abril para decir PRESENTE. Aquí estamos los Veteranos de Guerra, en el día del aniversario de la recuperación de nuestras islas. Una recuperación que costó sangre y vidas. Que al día de hoy acosa con fantasmas, con heridas de cuerpo y espíritu. Fantasmas que nos empujan, que no nos permiten el olvido y fundamentalmente que nos obligan.
Porque hay una sola palabra que sintetiza la lucha de entonces, la que continuó todos estos años, la que como una estrella que marca un norte, un destino, nos mantiene con la fuerza necesaria para no caer en el olvido. Y es la palabra SOBERANÍA.
Y hoy vamos a hacer hincapié en ese concepto que alentó la lucha desde el comienzo.
Permítanme recordar unas palabras:
“Los argentinos han demostrado al mundo entero su valentía y su destreza militar… han peleado con una gallardía nunca antes vista ante un enemigo muy superior, demostraron su convicción acerca de su soberanía territorial y creo que sólo rindieron sus tropas ante la posibilidad del inminente ataque al continente. De no haber sido así, no se realmente cuál hubiera sido el final de todo esto. Ellos creían firmemente en la defensa del archipiélago, y lo sostienen al día de hoy. Sólo puedo decir que fueron guerreros de ley, mi mejor enemigo.”
Estas palabras pertenecen a Jeremy Moore, quien fuera el Comandante de las Fuerzas Terrestres Británicas en la Guerra de Malvinas. Quizá por eso, cuando falleció en 2007 no le brindaron honores militares en su país, y solamente un diario británico, el Times, anunció de su muerte.
Ante tantos “chicos de la guerra” e “iluminados por el odio”, recurrimos a las palabras de un adversario para encontrar reconocimiento.
Todos recordamos los años de la desmalvinización. De la mendicidad. Recordamos a los tantos suicidados por falta de atención sicológica, y tantos otros que arrastran los fantasmas de la guerra en sus cuerpos y sus mentes.
Pero más recordamos a los 649 héroes que allí quedaron. Son ellos los que no merecen el olvido. Porque siempre se habla de lo que se perdió, pero fue mucho más lo que esas vidas nos dieron. Nos dieron dignidad. Nos dieron fuerza para seguir luchando por la soberanía, pero fundamentalmente nos legaron el derecho inalienable de SEGUIR RECLAMÁNDOLAS no ya como Veteranos de Guerra sino como ARGENTINOS. Y obliga a todos los que nacieron y nacerán en esta bendita tierra a continuar ese reclamo.
Llegado a este punto, citaré lo que dice la Constitución Nacional al respecto:
“La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.”
Respecto de esto, el Dr. Enrique Aramburu, abogado, licenciado en letras y profesor de la UBA, expresa que por mandato constitucional “ …no sólo se tiene que ocupar del asunto la política exterior del país (a través de sus canales institucionales); sino que todos los argentinos deberíamos estar convencidos del mandato y todos también deberíamos colaborar para que se volviera realidad.”
Eso es una política de estado. ¿Y cómo la llevamos a cabo cada uno de nosotros, desde nuestro lugar?
Simplemente no dejando que se olviden.
Los maestros tienen un mandato principal: hablar a sus educandos sobre Malvinas, sobre nuestros derechos, y también sobre la guerra que no debió ocurrir, pero sucedió. Y dejó sangre argentina derramada.
Los comerciantes, que cuando pongan en sus vidrieras una bandera argentina en los días patrios, la acompañen de una que tenga a las islas.
Los que están permanentemente en las redes sociales, que compartan informaciones que tenga que ver con nuestra soberanía.
Por respeto a los que allí quedaron, porque un soldado no muere en el campo de batalla, sino en el olvido de su pueblo.
Hace un momento cité a un general británico. Permítanme citar ahora al diario británico The Telegraph cuando el año pasado, después de la reunión que mantuvieron el Presidente de la Nación con Philip Hammond, ministro de Finanzas del Reino Unido, celebró que “las disputadas islas no fueron mencionadas ni una sola vez durante las conversaciones”. Y según palabras del propio Hammond “hay que recuperar el espíritu de cuando Gran Bretaña era el primer socio comercial de la Argentina”.
Hoy todo es comercio. Todo es dinero. Quisiera saber que precio tienen cada uno de los 649 que dejaron su vida, de los suicidados, de los tullidos de cuerpo y espíritu, para que en aras del comercio se deje de lado el propio mandato constitucional de luchar desde todos los ámbitos por recuperar la soberanía.
Antes preguntaba como llevábamos a cabo cada uno de nosotros ese mandato…. Simplemente EXIGIENDO. Cumplamos y exijamos que se cumpla la Constitución, de lo contrario que la PATRIA NOS LO DEMANDE!
La Patria no puede demandarle más Aldo Ferreyra, a José Luis Rodríguez ni a Héctor Dufrechou. Ellos dieron todo. Su vida. Dufrechou descansa en el cementerio de Mar de Ajó y Ferreyra y Rodríguez en el cementerio de Darwin en Malvinas. Desde hace unos días, sus familiares recibieron la noticia que el Equipo de Antropología Forense dependiente de la Cruz Roja Internacional, ha identificado sus restos, por lo que sus tumbas tendrán un nombre y dejarán de ser un “SOLDADO ARGENTINO SOLO CONOCIDO POR DIOS”. Celebramos que sus familiares puedan cerrar este capítulo terrible de su vida. Juana Ferreyra de Ferreyra, mamá de Aldo, ya pudo estar recientemente visitando la tumba de su hijo.
La lucha armada duró 74 días. La otra, la más terrible y silenciosa lleva 36 años. En las duras etapas de la desmalvinización, los veteranos de guerra no se rindieron. En todo momento siguieron luchando para que la batalla por la soberanía no se pierda, o lo que es peor que no se olvide, que no sea moneda de trueque de intereses comerciales o alguno más espurio.
En épocas donde parece que SOBERANÍA es sólo una palabra y no lo que debiera ser, UN SENTIMIENTO, hacemos desde esta plaza un llamado a ustedes que nos acompañan y a todos los argentinos. Cierren los ojos, y escuchen… hay voces que vienen desde lo profundo del Mar Argentino que gritan los náufragos del Crucero Belgrano, voces que retumban desde Monte Longdon, desde Dos Hermanas, desde el estrecho San Carlos, desde Wirles Ridges, desde el mismo cementerio de Darwin, donde muchos han recuperado su identidad. Escuchen a todos ellos que lucharon por la soberanía hasta perder la vida, y elevemos nuestro compromiso de no olvidarlos y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para exigir, para enseñar, para mantener viva la memoria que quieren que perdamos. Sólo, si estamos convencidos de mantener ese compromiso con la soberanía, desde el lugar que cada uno ocupe respondan a este grito
¡¡¡VIVA LA PATRIA!!!
El gran escritor Eduardo Galeano dijo: “La Guerra de las Malvinas, guerra patria que por un rato unió a los argentinos pisadores y a los argentinos pisados, culminó con la victoria del ejército colonialista de Gran Bretaña.”
Las Toninas 2 de abril de 2018:
Con un gran acompañamiento de vecinos, representantes de instituciones, docentes y alumnos de escuelas y jardines de infantes del Partido de La Costa, el intendente Juan Pablo de Jesús junto a familiares de caídos y ex combatientes encabezaron el acto homenaje a los héroes de Malvinas, al cumplirse el 36ª aniversario del inicio de la guerra del atlántico sur del 2 de abril de 1982, en la Plaza Malvinas Argentinas en la localidad de Las Toninas.