Alicia, una mujer de 65 años de edad, ingresa a un hospital por una infección urinaria e inicia de forma repentina un cambio en su comportamiento: comienza a desorientarse, a decir cosas incoherentes, a estar muy agitada. Su hija describe que ha abandonado sus hábitos cotidianos, se le olvida donde deja las cosas, tiene insomnio y está muy irritable.
Como familiar es probable que haya vivido alguna situación similar. La primera reacción es la preocupación por la aparición de un caso de demencia, pero en cambio, puede ser que estemos ante un caso de Síndrome Confusional Agudo (SCA) también conocido como Delirium.
El SCA es una cuadro típicamente geriátrico (aunque no exclusivo) que se define como una alteración en el nivel de conciencia con una disminución de la capacidad para mantener la atención. Responde principalmente a causas clínicas: enfermedades agudas, lesiones traumáticas, cirugías o efectos de medicaciones.
Suele desarrollarse en horas o días y se caracteriza por su presentación fluctuante, es decir, manifiesta variaciones bruscas de la evolución durante el día, incluso en horas, (ej. un cuadro leve se agrava, luego vuelve a atenuarse, sucediendo todo esto durante períodos relativamente cortos). De allí la importancia de poder detectarlo en forma precoz para poder dar intervención a los profesionales a modo de revertir la causa que lo generó.
“Cualquier persona puede presentar un delirium, aunque los adultos mayores y los pacientes con demencia tienen mayor riesgo, explica la Dra. Carolina Díaz (M. N° 113458), Directora Médica del Centro Hirsch para Adultos Mayores y Rehabilitación. Se establece que les afecta a uno de cada cuatro adultos mayores. Las causas más frecuentes son las infecciones urinarias (en su gran mayoría), el dolor, la constipación, la deshidratación, entre otras tantas. Como es de notar son todas causas potencialmente reversibles si reciben el tratamiento adecuado. Quienes están más predispuestos o vulnerables a padecerlo son pacientes con afecciones sensoriales como problemas visuales o auditivos, pacientes con síndrome de inmovilidad, los polimedicados, los que presentan deterioro cognitivo (demencia) previo, y aquellos en estados post quirúrgicos.
El Síndrome Confusional Agudo (SCA) puede extenderse desde un día hasta 6 meses, teniendo una evolución a la recuperación ad integrum, es decir, el paciente retoma a su estado cognitivo previo, o bien evoluciona a un estadio más de su deterioro cognitivo previo. Muchas veces el paciente pasa durante un tiempo (días, semanas, y hasta algunos meses) por un estado confusional subagudo, en el cual aún no ha podido recuperarse en su totalidad pero los síntomas son muy sutiles”, aclara la Dra. Carolina Díaz.
Existen cuatro criterios para diagnosticar un SCA: Presentación aguda y de curso fluctuante, trastorno atencional, pensamiento desorganizado y alteración del nivel de conciencia.
Se requiere de la presencia de los primeros dos criterios más uno de los otros para definir SCA.
El Síndrome Confusional Agudo puede clasificarse como Hipodinámico, donde predominan claramente síntomas negativos (paciente somnoliento, o dormido, negativo a ingesta o a estímulos, Hiperdinámico, caracterizado por estados de agitación, ansiedad, inquietud, confusión, desorientación, etc. o Mixto.
¿Cómo podemos detectar un SCA?
Contamos con algunas herramientas que nos serán de gran ayuda y que consiste en responder las siguientes preguntas:
¿Hay un cambio agudo en el estado mental de la persona?
¿Varia a lo largo del día su comportamiento?
¿Se distrae fácilmente?
¿Tiene el lenguaje incoherente, con pensamiento desorganizado?
¿Alterna el nivel de conciencia?
La respuesta afirmativa a estas preguntas claramente permiten sospechar la presencia de un cuadro de delirium.
Como cuidadores, acompañantes, o familiares frente a la presunción de un paciente con SCA, se debe procurar brindar tranquilidad al paciente y a la familia ya que resulta muchas veces una situación traumática para ambas partes.
El ambiente en el cual se halla el paciente debe ser un lugar calmo, con pocos estímulos que puedan generar mayor confusión y agitación (ejemplo: apagar televisión, radio, disminuir las luces en el ambiente, no invadir el espacio con demasiadas personas, etc.).
El cuidador en lo posible debe ser el mismo evitando cambiar de cuidadores mientras dure el SCA.
Una buena estrategia es poder favorecer la re orientación temporal o espacial, brindando información acerca del momento del día en el cual se encuentra.
Para la recuperación puede ayudar también el uso de gafas y audífonos, evitar el encamamiento y favorecer el descanso nocturno.
Cabe mencionar que ante estas situaciones intentar racionalizar con el paciente (querer hacerlo entrar en razón) solo conducirá a la frustración por parte de quien lo realice y además en muchos casos puede generar aparición de síntomas o agravar los ya existentes. Es recomendable no contradecirlo y evitar el conflicto durante el delirio/alucinaciones.
Colaboracion: Dra. Carolina Díaz, Directora médica del Centro Hirsch
Para Adultos Mayores y Rehabilitación
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